
Teatro de la identidad, el desarraigo y la memoria colectiva.
A Casa de Ninguén es una obra teatral que explora el vacío, lo heredado y la necesidad de reconstrucción emocional desde los escombros de la historia personal y social. La pieza nos sitúa en una casa que ya no es hogar, en un espacio que contiene lo que fuimos, lo que nos contaron y lo que hemos olvidado.
La dramaturgia, íntima y descarnada, propone un viaje escénico a través de los silencios familiares, los objetos que ya no nos pertenecen y las palabras que no se dijeron. Desde una puesta en escena minimalista pero poderosa, la obra nos habla de volver —aunque no se sepa a dónde— y de la imposibilidad de pertenecer a un lugar que ya no existe.
Inés Salvado Gontad encarna uno de los personajes centrales con una interpretación que destaca por su profundidad emocional, su entrega física y una honestidad escénica que conmueve. Su trabajo en esta obra ha sido valorado por la crítica y el público como una de sus actuaciones más contenidas y potentes.
A Casa de Ninguén no solo es una obra de teatro. Es una experiencia sensorial y emocional que nos recuerda que todas las casas guardan fantasmas, y que a veces, para encontrar un lugar propio, hay que atravesar el pasado con los ojos bien abiertos.
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